martes

Pequeñas locuras: Chassignolles o La honesta alegría y buena salud



Harry es un tío curioso, un poco loco desde luego, gran gourmet, gran vividor y muy atrevido. Conozco más gente de este estilo, no todos ingleses como por ejemplo mi gran amigo Steve (www.seuxerea.com), o los maravillosos, y súper hospitalarios dueños de la Torre del Visco, Piers y Jema (www.torredelvisco.com), también está el increíble Kristian, que es francés, gran cocinero y mejor amigo… esto tipos raros, que dejan su país, lo cambian por otro (en general más caliente), y triunfan con su bien hacer, con sus ideas geniales, pero sobre todo con su fuerte valor y atrevimiento.

Harry era dueño, junto con su socio Jonathan, de un exitoso Gastropub (Ancor & Hope) en Londres, y después de 5 años llenando mediodía y noche, (incluso había cola de gente esperando mesa), recogió sus beneficios y se compró un Hotel en Francia en un pueblo de 80 habitantes lejos del bien y del mal, y además, sin hablar ni él ni su mujer (ni su hijo de 1 año) una palabra de francés. Eso era hace 2 años y medio, ya hablan bien (por lo menos a mi me lo parece) y acabamos de pasar allí una semana de vacaciones de ensueño Carmen, Bastian y yo.

He engordado 5(!!!) kilos, cenando sus impresionantes salchichas (era el alcalde del pueblo que le enseñaba como hacerlas) de diferentes cerdos ecológicos, los patés… La primera noche nos servía una pierna de cordero asada al horno durante 7 horas, estaba tan buena que no llegaba ni a los fantásticos quesos de la zona, ni al postre, y eso no me suele pasar nunca. Menos mal que había 7 días = 7 cenas.


El pueblo está en la Auvernia, cerca de Brioude, a unos 50 km del sur de Clermont Ferrand, perdido en las Montañas a 950 m de altura, y como ya escribí sobre este sitio en un mail esta primavera, y mencionaba su página web (www.aubergedechassignolles.com), flipábamos en colores cuando encontramos clientes míos de Valencia disfrutando de la hospitalidad del Hotel.


En la fiesta del pueblo del 15 de agosto asaban un pequeño ternero (también ecológico) al la brasa, los riñones eran para mi (pero no como “Steak ´n Kidney Pie”, un clásico de la cocina inglés, no había tiempo para elaborarlo, aunque me lo prometió para la próxima vez), buenísimo con un gratín de queso de la Auvernia… Una noche cocinamos incluso mi hijo Bastian y yo…



Y el desayuno, ya se sabe de mi debilidad, un buen café, jamón, yogures, leche, mermeladas (todos “homemade” y ecológicos, incluso el jamón). Fantástico, empezar el día así.

Ya he invitado a Harry para que vuelva este otoño a Valencia, y hacer un “Festín de la Auvernia”, con todos sus maravillosos productos. Será noviembre o incluso diciembre, porque las salchichas, el jamón de pato (¿he olvidado de mencionarlo?) tienen que secarse en su despensa.



Un saludo gastronómico y buena vuelta al cole.
Bernd

1 comentario:

Dr Feelgood dijo...

Tiene muy buena pinta este sitio. Un remanso de paz y de buena comida. Ése es el concepto de "lujo" que me interesa. Gracias por compartirlo. Me lo apunto!

Luis